Darwin y Gonzalo

Un Sabueso en el paraíso

Sabueso de Sangre de Baviera Este precioso Sabueso de Sangre de Baviera es todo un torbellino. Vive en plena libertad. Absolutamente feliz junto a Gonzalo, su dueño, en una preciosa finca de Ciudad Real (España). Correteando a su antojo y aprendiendo rutinas de educación entre juegos, aire puro y hectáreas de verdor. Un paraíso para el pequeño Darwin, que jamás debería confinarse en un piso.

El Sabueso de sangre de Baviera es el mejor perro de caza. Esta raza solo puede vivir en libertad. Es una crueldad tenerla encerrada en una casa. Tendría que estar prohibido, nos cuenta Gonzalo mientras su cachorro lo mira como si fuera una deidad griega.

Perfecto para rastrear

El Sabueso de Sangre de Baviera es el mejore perro de caza. Perfecto para rastrear presas de gran tamaño. Su olfato es extraordinario, lo mismo que su resistencia. «Puede recorrer kilómetros sin tomarse un respiro. Cuando olfatea el rastro de una presa herida no para hasta localizarla», explica Gonzalo.

Darwin, que aún no ha cumplido los cinco meses de vida, ya muestra gran destreza para el aprendizaje. “Aunque lo que más le gusta son los juegos y las caricias, acepta fenomenal las rutinas de educación. Es un tío súper listo. Aprende rapidísimo”, comenta su con evidente orgullo.

Darwin convive con el Pastor Alemán del guarda de la finca, y aunque Gonzalo solo lo ve los fines de semana, “os aseguro que no tiene duda alguna de quién es su dueño. Con el guarda se lleva bien, y la relación con su Pastor Alemán es buenísima, pero en cuanto me ve llegar, no se separa un segundo de mí”.

Confía ciegamente en su amo

El Sabueso de Baviera es un perro muy apegado al dueño. Fiel y disciplinado. «Es obediente, pero no sumiso. Podría decirse —explica Gonzalo— que entre perro y amo se crea un vínculo de confianza ciega. Él se fía plenamente de mi y yo de él. No es un perro caprichoso con ideas alocadas. El Sabueso de Baviera es un compañero equilibrado y fiable desde cachorro», concluye el dueño de Darwin. El estándar de raza coincide con esta descripción: seguridad en sí mismo, fuerte apego por el amo y un carácter exento de peligrosas pulsiones, además de

TAMBIÉN RECIBE EL NOMBRE DE RASTREADOR MONTAÑÉS DE BAVIERA

Sin embargo, no es apto para cualquier amo. El también llamado Rastreador montañés de Baviera o Bayerischer Gebirgsschweisshund no es compatible con la vida de ciudad. Tampoco con amos distantes o perezosos. “Hay que ocuparse de él. Educarlo, jugar, crear lazos… De lo contrario, no creo que sea posible lograr la conexión que antes he explicado”, señala Gonzalo.

Y es que el dueño de Darwin sabe lo que hace: estos perros son maravillosos y necesitan amos que respeten su singularidad. Volveremos a vernos cuando Darwin sea un adolescente plenamente feliz y equilibrado. Será entonces cuando hablemos de la nobleza de su físico.

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