Pregunta: Estos últimos días he observado que mi cachorro tiene los ojos rojos e irritados. Es un Golden Retriever de solo 20 semanas de edad. ¿A qué puede deberse? ¿Debería preocuparme?
Respuesta: Hay varias razones que pueden explicar por qué un cachorro tiene los ojos rojos e irritados. Las infecciones oculares, como la conjuntivitis, es una de ellas. Por lo general, los perros afectados muestran picor y también acumulación de legañas, bien de color blanco u otros tonos más preocupantes. Afortunadamente, existen excelentes colirios antibióticos para tratarla, todos bajo prescripción veterinaria.
Las alergias también pueden estar detrás de ese enrojecimiento, sobre todo en épocas de polinización, cuando el ambiente se llena de partículas sólidas y molestas. En estos casos, lo más práctico es limpiar el ojo del animal a diario, con una gasa estéril empapada en suero fisiológico o agua previamente hervida. Nada más. En los casos de reacción alérgica, es frecuente que el animal estornude y se rasque la zona de los ojos y el hocico.
¿OJOS ROJOS O IRRITADOS? NO APLIQUES REMEDIOS CASEROS NI COLIRIOS SIN PRESCRIPCIÓN
Si tu cachorro tiene los ojos rojos e irritados, pero no da muestras de picor ni acumulación de legañas, es posible que tenga un cuerpo extraño alojado en el interior del ojo. Una simple pestaña o partícula de polvo es suficiente para provocar irritación y malestar. Si no hay más síntomas que enrojecimiento ocular, lo prudente será que limpies sus ojos como ya hemos indicado, y si no mejora en un par de días, acude al veterinario.
Los ojos del Golden Retriever
Un elevado porcentaje de los Golden Retriever adultos desarrolla una enfermedad llamada uveítis pigmentaria, que podría provocar ceguera. Se trata de un mal hereditario que, aunque no tiene cura, puede controlarse, pero solo si el tratamiento se aplica con rapidez. Sus síntomas son: dolor ocular, lagrimeo, enrojecimiento y sensibilidad a la luz. No esperes a que los síntomas aparezcan, la detección precoz es vital.
Si tienes un Golden Retriever, una revisión oftalmológica anual es la mejor forma de prevenir esta enfermedad.
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