El Pointer es la creación inglesa más perfecta. Rápido, intuitivo, elegante, fogoso y con unas actitudes cinegéticas inigualables. Es el único perro de caza capaz de señalar, como una flecha, el lugar donde se esconde la presa. Su nombre en inglés significa “el que señala”. Ninguna presa está a salvo si un Pointer anda cerca.
El Pointer de un vistazo
Peso: 20-30 kg.
Alzada: 61-69 cm.
No olvides que: es vital, inquieto, inteligente y observador.
Precio: entre 300 € y 700 €
Más información: Pointer Club Español y Real Sociedad Canina de España
No es un perro de ciudad
El Pointer es un extraordinario rastreador. Explora el terreno paso a paso, se mueve con gestos rápidos y silenciosos. Y cuando localiza la presa, se queda quieto y rígido, mostrando al cazador el lugar exacto donde se encuentra la pieza. Nunca falla. Además, sabe trabajar a gran distancia del cazador, buscando la caza con tenacidad y gran olfato.
Está hecho para compartir rifle y madrugones con su amo, para soportar jornadas maratonianas y vivir al aire libre. La ciudad no es lo suyo, y menos aún un piso. El Pointer es un perro nervioso, activo y poco casero. Y aunque tiene un carácter alegre y unas costumbres muy limpias, enloquecería viviendo en un espacio reducido.
Qué tipo más elegante
El Pointer tiene una estampa fabulosa. Su pelo, fino y corto, puede ser unicolor o tricolor, aunque abundan los ejemplares bicolores con predominio de blanco y manchas negras, naranjas, marrones o amarillas. La cabeza tiene una forma inconfundible, con las cejas siempre muy salientes. Su constitución es la de un atleta canino de pura raza. Verlo cazar es un espectáculo bellísimo. Pura armonía entre cuerpo, movimiento y entorno.
Sabías que…
El Pointer es una raza muy sensible al frío y la humedad. Su pelo, corto y fino, no lo protege de la intemperie. Tiene que dormir siempre a cubierto y en lugares resguardados.
Mal guardián, buen amigo
El Pointer es poco ladrador y nunca muerde. Es un nefasto guardián, salvo que se le eduque para ello. Tiene un temperamento equilibrado, muy paciente y cariñoso con los niños. Para hacerse con un buen ejemplar de Pointer hay que acudir a un criador responsable. Vigilar que la constitución del cachorro esté equilibrada y que su marcha no sea entrecortada. Ojo a las extremidades. No deberían llamar la atención por altas o delgadas.