Shih-Tzu

El tipo del pelo guay

Originario del Tíbet, fue el perro sagrado de los monjes y la raza mimada de los reyes tibetanos. Hoy, el Shih-Tzu ha cambiado los palacios por las casas de hormigón. Y le gusta. La fierecilla oriental se ha adaptado al asfalto sin perder esplendor. Su manto es, para muchos, el más hermoso de la especie. Y no son pocos los que dicen que es el perro de talla pequeña más bonito del mundo.

El Shih-Tzu de un vistazo

 

Peso: entre 4,5 y 8,1 kg.

Talla: no debe superar nunca los 26,7 cm.

No olvides que: tiene un carácter complejo. De cachorro es muy activo. Después, es difícil generalizar. Suele ser independiente, tozudo y astuto. Cariñoso con los suyos e indiferente con los demás.

Precio: Se encuentran buenos ejemplares entre €400 y €500

 

Mas información: Sociedad Canina de Murcia y ACCAM

A su alteza también se le corta el pelo

Ya quisiera Kim Kardashian una cabellera a lo Shih-Tzu: densa, larga, lisa, brillante, sedosa… Es cierto que sin cuidados diarios se echa a perder, pero la materia prima capilar de esta raza es una joya. Para lucir espléndidos, los Shih-Tzu de pelo largo necesitan 15 minutos de cepillado diario, mejor con cerdas medianas (evitan nudos), y visitar al peluquero al menos una vez al mes. Los ejemplares con pelo corto dan mucho menos trabajo. Además, aún no hemos comentado una gran ventaja: el Shih-Tzu no muda el pelo con los cambios de estación. Y no imaginas el descanso que esto puede llegar a ser para tu salud mental. ¡Un regalazo!

Dicen que es la reencarnación de un ente de la mitología tibetana: la leona de las nieves

Un poco antipático sí es…

Pocas razas igualan al Shih-Tzu en donaire y distinción, pero no solo por el pelo, su forma de caminar le proporciona una gracia singular. Anda casi a saltitos, mostrando las almohadillas de los pies de modo que parece calzar sandalias diminutas. Hay quien lo compara con el caminar de las geishas. Un poco exagerado, de acuerdo, pero gracia no le falta. Eso no se puede negar.

Como buen oriental, el Shih-Tzu es un tipo algo reservado. Hasta los dos años parece rebosante de energía, curiosidad y alegría, pero después emerge un carácter esquivo e indefinible que le acompañará toda la vida. Se lleva bien con los gatos, pero el resto de los perros le importan un bledo. Los ignora como un elefante a las moscas. Con los humanos las cosas no cambian mucho: a sus amos los quiere y se lo demuestra, pero la indiferencia que siente por los extraños es llamativa.

Tiene una vejiga pequeña que necesita descargar con frecuencia. Hay que enseñarle dónde puede hacerlo en casa

También es algo terco y lleva mal que le dejen solo mucho tiempo. Si lo hacen, posiblemente elimine tensiones mordiendo todo lo que pilla. Por último, hay que señalar que es un tipo desconfiado y ladrador. En otras palabras: un guardián con bocina y poco músculo, porque la defensa no es lo suyo. ¡Ah! Y su esperanza de vida es larga: más de 13 años. ¡Un tipo sano!

Sabias que…

Existe un corte de pelo especial para esta raza que facilita mucho la tarea a amos escasos de tiempo.

Necesita educación coherente y clara que no dé pie a confusión. Es tozudo hasta el agotamiento, pero solo si sabe que hay un resquicio para salirse con la suya. No lo olvides.

Muchos lo confunden con su primo carnal, el Lhasa Apso. Este último es aún más independiente y dominante que el Shih Tzu. Ambos comparten tierra natal: El Tibet. ¿Qué les habrán enseñado los monjes para que gasten tanta altivez?

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