Pregunta: Os cuento mi problema: tengo un perro con el culo rojo. Huele mal y hay que limpiarlo todos los días. Además, se lame el trasero y lo restriega por todos los lados. Desprende un olor muy fuerte que parece que sea hormonal o algo así. A veces le sale pus. Es insoportable. No sé qué hacer y ya no aguanto más.
Respuesta: Es posible que se trate de la llamada saculitis o enfermedad del saco anal, una afección cuyos síntomas coinciden con la descripción que señalas: mal olor, prurito, lamido excesivo, enrojecimiento… Sin embargo, debe ser tu veterinario quien realice el diagnóstico tras una exploración física y rectal del perro. Y debes hacerlo sin demora porque la presencia de pus hace sospechar que los sacos pueden estar infectados y corren riesgo de convertirse en accesos.
Susana Cacho, veterinaria asesora de Thepets.es, explica que “dentro de los sacos anales hay unas glándulas que liberan una secreción aceitosa de olor fuerte”. Las funciones de esta sustancia son dos: proporcionar al perro una identidad (olor) única y lubricar el ano. En otras palabras, le ayudan a defecar y a marcar su territorio.
Los perros sanos vacían sus glándulas sin problema, generalmente cuando defecan. Pero si por alguna razón la sustancia queda retenida, se formará una masa compacta. En este caso, habrá que vaciar los sacos manualmente, ejerciendo presión sobre ellos. “De lo contrario —explica Cacho—, tendremos un perro con el culo rojo e irritado que buscará alivio caminando sentado y/o lamiendo, e incluso mordiendo, su zona anal. Además, su olor será fuerte y desagradable”. En resumen, un calco de los síntomas del Bulldog de Alicia.
¿Qué hacer? Lo primero, ir al veterinario. “No vaya a ser que los sacos se rompan en el interior y la liemos”, advierte nuestra experta. Y es que los casos leves se solucionan con solo vaciar las glándulas, lavarlas y desinfectarlas. “En cualquier caso, aunque haya que realizar una incisión, no pasa nada. Lo importante es evitar que se rompan en el interior o que se infecten, señala la veterinaria, quien también advierte que “la infección del saco anal es extremadamente dolorosa y puede provocar un comportamiento agresivo”.
¿Perro con culo rojo? Al veterinario
Diarreas, cambios de comida, parásitos, saculitis, traumatismo… El enrojecimiento y la hinchazón del esfínter puede deberse a muchas causas, y todas necesitan atención veterinaria. El diagnóstico precoz evita sufrimientos al animal y gastos al dueño. Por ejemplo: vaciar los sacos anales tiene un coste muy razonable que podría convertirse en una cirugía costosa. Prevenir también ahorra disgustos. Existen productos específicos para favorecer el vaciado natural de las glándulas. Entre ellos, porciones de fibra o pomadas específicas.
Aprovechamos para recordar que en Thepets.es no tenemos compromiso publicitario alguno con las marcas o productos que mencionamos.
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