Los angloárabes de Juanma

(Y sus perros)

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Juanma cambió el asfalto por la arena de la playa hace ya unos cuantos años. Dijo adiós al centro neurálgico de Madrid, se desajustó el nudo de la corbata y mandó a paseo una vida con demasiado cortisol y mal rollo. Le esperaba una gran historia con caballos angloárabes.

Desde entonces, su vida transcurre entre paseos a caballo por la paradisiaca Costa de la Luz, tardes de sol y brisa junto a sus perros y la satisfacción de una vida que (casi) roza la plenitud. “Ha sido una de las mejores decisiones de mi vida ¿Y sabes qué? El amor que siento por los animales fue decisivo para dar el paso”, confiesa Juanma con cierto orgullo en la voz.

«Si creces con animales, aprendes a quererlos y respetarlos a partes iguales»

Su pasión por los animales le viene de largo. “Desde pequeño he vivido rodeado de caballos y de perros. “Si creces junto a ellos, aprendes a quererlos y respetarlos a partes iguales –explica Juanma-. Son animales fabulosos. Los caballos son intuitivos, nobles, sensibles; los perros, fieles, cariñosos y obedientes”.

Así es un angloarabe 

Cómo es la relación de un caballo con su dueño? “Preciosa –responde Juanma-. Es importante conocer sus peculiaridades, respetarlas y darle tiempo suficiente para que se acostumbre a su amo. Si las cosas se hacen bien, sin prisas y con dedicación, entre ambos se genera un vínculo hermosísimo, una relación de confianza y respeto mutuos que no se da con otras especies domésticas”.

«La relación de un caballo con su dueño es preciosa»

Juanma convive con varios caballos de raza angloárabe, una estirpe de fuerte personalidad que requiere jinetes experimentados. Nos explica que “se trata de una raza con mucho temperamento, pero en absoluto agresiva”.

¿No tienen mal carácter? “¡Qué va! –contesta-. Los angloárabes son caballos de sangre caliente, dóciles y equilibrados. Tienen un nervio excelente y trabajan muy bien bajo presión”. Vamos, que son útiles para todo… “En efecto –contesta Juanma-. Los puedes ver en faenas camperas, compitiendo en olimpiadas e incluso mejorando otras razas”. ¿Qué significa esto último? “Que lo cruzan para optimizar otras líneas raciales”, nos aclara.

Un fanfarrón llamado Joselito 

Entre sus (otras) cualidades, los caballos de Juanma tienen una de gran valor: convivir apaciblemente con Joselito, un Chihuahua tan pequeño como envalentonado. “Joselito es de lo más divertido- cuenta Juanma- No levanta un palmo del suelo, pero los mira por encima del hombro. Es un fanfarrón. ¡Me encanta!”.

Joselito es todo carácter, salvo con Tiro, un Galgo imponente de cuatro meses. “Contra todo pronóstico, aceptó muy bien su llegada. Tiro respeta mucho la territorialidad de Joselito, y eso ayuda. Además, es un cachorro muy cariñoso, y a Joselito le desploma la ternura”, nos explica Juanma.

Tiro es un privilegiado. Vive en plena naturaleza, rodeado de animales y al calor de un amo que sabe cómo tratarlo. No son muchos los Galgos que, como Tiro, sacian sus ansias de correr persiguiendo a un amo que cabalga a lomos de su caballo.

Las carreras tienen lugar al amanecer y el escenario son las paradisiacas playas de Cádiz. ¿Y después? Un buen desayuno y a dormir: “los Galgos corren muchísimo, pero duermen aún más”, nos cuenta Juanma.

¿Ganas de ampliar la familia? “Puede ser”, responde el patriarca de esta maravillosa familia, donde los animales domésticos conviven en algo parecido a un pequeño edén. Libertad controlada, buenos cuidados, mucho cariño y vínculos son los pilares de este pequeño paraíso.

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