El Staffordshire bull terrier y la historia no contada que revela su genética

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El autor de este reportaje siente fascinación por el Staffordshire bull terrier, el perro más leal, cariñoso y entregado del mundo. ¿Y esa fama de asesino en serie? Hay motivos, pero no están en él. Soy Luis Gil, redactor de Thepets.es, y avanzo que voy a dar a conocer toda la verdad sobre la raza más incomprendida de la historia.    

Tiene expresión ceñuda, coraje y una pizca de descaro, pero es un tipo excepcional. ¿Peligroso? Rotundamente no. “El único pecado del Staffordshire bull terrier —también llamado Staffie— es dejarse el pellejo para complacer a su amo. Al punto de que no hay mayor peligro para esta raza que caer en manos de un mal amo”, explica el etólogo argentino Javier Varionto

American Bully_American StandfordPero… ¿Hasta qué punto el amo puede condicionar el comportamiento del perro? Una investigación publicada en ScienceDirect revela varias cosas. Y una de ellas es que perro y amo adoptan conductas muy similares. Sin embargo, no sugiere que haya razas más propensas que otras a mimetizar comportamientos humanos. Algo que, según Varionto, es consustancial al Staffordshire bull terrier: “Estos perros absorben con rapidez las virtudes y los defectos de su amo. Desde muy jóvenes ya son una proyección temperamental del dueño”.

Si les enseñan a ser agresivos, serán temibles. En caso de recibir cariño y educación, se convertirán en perros adorables. Si su amo es severo e injusto, tendrán arranques temerosos e inseguros… Según Javier Varionto, no hay Staffordshire bull terrier potencialmente peligroso, “solo dueños malos o pendencieros que comprometen la voluntad de una raza maravillosa”.

¿ANGEL O DIABLO? SERÁ EL AMO QUIÉN DECIDA: ESTA RAZA SOLO CUMPLE SUS ÓDENES

Su mala fama es (muy) injusta

Imposible negar que su carácter es —y será— objeto de encontradas opiniones. Esto es así porque “gentes malintencionadas lo han usado para sus fines. Aprovechando su obediencia ciega, su valor y la voluntad de comerse al primero que se meta con su jefe”, explica Javier Varionto. Y es que, si todos los perros se parecen a sus amos, en este caso son como dos gotas de agua. «Es una realidad genética. Yo le digo a todos los amos que tengan un ejemplar brabucón que se miren al espejo porque Staffie es, de algún modo, un agitador de conciencias», reflexiona el etólogo.

Podríamos decir que el Staffordshire bull terrier es una de las razas caninas más incomprendidas. Sus ancestros fueron perros valientes, pero nunca sanguinarios. Luchadores con la mirada fija en la aprobación del amo. No en su adversario. “La leyenda negra que carga a sus espaldas es espuria. Pero sobre todo injusta”, señala Ángel Laguna de Roca, coprotagonista de la siguiente historia.

SU ASPECTO ES SÓLIDO, PERO SUS MOVIMIENTOS SON ÁGILES Y RÁPIDOS. NO TIENE NADA DE TORPE

Héroes silenciados

El mejor amigo del Angel era un Staffordshire bull terrier y, cuando murió, convirtió sus cenizas en un diamante que ahora lleva colgado al cuello. No es extraño: su Staffordshire bull terrier dio la vida por él.

American Bully_American StandfordSucedió en la ciudad mexicana Chetumal. “Hacía calor y me quedé dormido con las ventanas abiertas. Me desperté sobresaltado cuando unos delincuentes comenzaron a increparme. Estaba aturdido. Me golpearon. Todo sucedió muy rápido. Braco salió en mi defensa y se lo quitaron de encima con un par de disparos. Después huyeron. Pero Braco murió fuera de tiempo: tenía cinco años y cuatro meses”.

Jessie también protagonizó una historia conmovedora. Este joven Staffie se la ingenió para salvar a un Pomerania que cayó en una piscina familiar. Las cámaras de la vivienda grabaron el rescate. Las escenas son un derroche de bondad, inteligencia y entrega.

Un dulce luchador, tal cual  

Los ancestros del Staffordshire bull terrier pasaron buena parte de su historia luchando en unos recintos llamados Pit, donde ratas y perros se destrozaban mutuamente mientras los espectadores hacían apuestas sobre el tiempo que tardaría un contrincante en hacer trizas al otro.

ESTOS PERROS FUNCIONAN POR AFECTOS. CREAN VÍNCULOS MUY PRONTO

American Bully_American StandfordCuando la exterminación de ratas al minuto dejo de ser atractiva, llegaron las peleas de perros contra toros. Fue entonces cuando se ideó un cruce entre el duro Bull terrier y el ágil Bulldog. El resultado fue un sujeto valiente de cuerpo poderoso y mandíbulas sin parangón.

Más tarde, los fenotipos del Terrier blanco inglés (ya desaparecido) hicieron el resto. Técnicamente había nacido el Staffordshire bull terrier, un perro que, contra todo pronóstico, tiene el mismo instinto sanguinario que un dulce Retriever. Lo decimos en Thepets.es y lo confirma un estudio del Royal Veterinary College (RVC), por si aún quedan dudas.

Juegos y carcajadas, pero bajo control

El Staffi es un atleta de élite, un deportista nato. Puede correr durante horas por el campo y alcanzar buenas velocidades. Le encanta jugar al aire libre, perseguir todo lo que se le cruce al paso y echar unas risas con los suyos. ¿Hemos dicho risas? Sí. Y en plural.

¡OJO! No soy un American Standford (Amstaff)

 

 

Los Amstaff tienen una talla y un peso mayor que los Staffies. Además, estos último tampoco pueden lucir el color chocolate, tan característico en los Amstaff. El estándar racial de Staffordshire Bull Terrier es diferente en muchos y variados aspectos al estándar racial del American Standford. Aunque ambas razas comparten origen, el Staffies es más amigable, cariñoso y confiado que el Amstaff.

Según un trabajo publicado en la revista Bioacoustics, los perros pueden reír, aunque no como nosotros: los sonidos y las posturas que adoptan mientras juegan serían, según sus autores, el modo de articularla. Si tenemos en cuenta esta investigación, la algarabía que organiza esta pandilla de juerguistas cuando salen al campo con los suyos sería algo así como la carcajada del siglo. “O del milenio”, apostilla el etólogo Javier Varionto. Un jolgorio que si se nos escapa de las manos puede mutar a problema. Y esto no tiene gracia alguna.

Se emocionan al punto de que no siempre es fácil calmarlos. Tienen una energía brutal que parece retroalimentarse con los juegos en familia. “Además, son animales muy fuertes y los movimientos bruscos pueden ser excesivos para personas frágiles o niños pequeños”, advierte el educador canino Andrés Prieto.

¿Qué hacer? “Parar el juego al primer síntoma de descontrol e ignorarlo”, aconseja el adiestrador. Si no se calma, habrá que atarlo y continuar el paseo en calma. Sin dar muestras de disgusto o alteración. “No hay que reñirlo, solo ignorarlo”, recalca Prieto. Así entenderá que se acabó la fiesta.

No le dejes solo, que te la lía

El Staffi no tolera la ausencia prolongada del amo. Necesita su presencia porque, sencillamente, lo venera. Es su punto débil. “Por eso es muy vulnerable a sufrir ansiedad por separación, explica Susana Cacho, veterinaria asesora de Thepets.es.

EL STAFFI NO TOLERA LA AUSENCIA PROLONGADA DEL AMO. NECESITA SU PRESENCIA

Por lo demás, tiene una salud excelente. “Algunos ejemplares son proclives a problemas de piel. Pero nada que les impida llegar en plena forma a edad avanzada”, señala Cacho. Eso sí, hay que controlar su voracidad. ¿Lo mejor? Repartir la ración diaria en tres tomas, no exceder cantidades y evitar que coma con ansiedad.

TIENE UNA SALUD EXCELENTE. LA MAYORÍA DE LOS EJEMPLARES SUPERA LOS 14 AÑOS DE VIDA

La educación del cachorro merece ser planificada con antelación. Sus primeros meses de vida son un torbellino. El pequeño Staffi es un diablillo, audaz y lleno de malas ideas. “Un trasto”, asegura Marga Bajón, feliz dueña de un educado Staffordshire bull terrier que “me hizo perder la cabeza, los nervios y la compostura en más de una ocasión”, confiesa Marga.

Cachorro educado, adulto feliz

Meterlo en vereda exige algo de paciencia, técnica y mucha ternura. “Una educación planificada va a lograr en muy poco tiempo un sujeto equilibrado, obediente, consciente de sus actos y sobre todo feliz”, asegura el adiestrador Andrés Prieto.

Le encanta jugar al aire libre, perseguir todo lo que se le cruce al paso y echar unas risas con los suyos. ¿Hemos dicho risas? Sí. Y en plural

Estos perros funcionan por afectos. Crean vínculos muy pronto. “Su mundo empieza y termina en la mirada del amo. Y si éste sabe conjugar las muestras de afecto con la indiferencia controlada, el cachorro pronto sabrá dónde están sus límites. Y los respetará. Porque para un Staffi no hay nada más importante en el mundo que cumplir la voluntad del amo”, explica Prieto.

Los peores errores que se pueden cometer con los cachorros de esta raza son el uso de violencia, la falta de criterio y/o firmeza en las normas y la arbitrariedad. “Límites claros y precisos. Castigos cortos y suaves. Y afecto a espuertas. Esta es la base de su educación y la garantía de su felicidad”, asegura el adiestrador.

TIENEN UNA ENERGÍA BRUTAL QUE HAY QUE REGULAR (SIN DRAMAS) CUANDO SE DISPARA

No olvides que…

No son aptos para personas mayores o con movilidad reducida. Tampoco para amos con poco tiempo o costumbres sedentarias. Sus necesidades de ejercicio no bajan de una hora y media diaria, como poco. Su relación con otros animales domésticos podría ser algo tensa. Y con sus congéneres más o menos igual. No es un ‘broncas’, pero tampoco un alma cándida.

American Bully_American Standford

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