Pregunta: Tengo una perrita Teckel que está a punto de cumplir siete meses. Tan pronto sale de casa comienza a ladrar. El detonante puede ser cualquier cosa. Da lo mismo que se cruce con una persona, otro perro o una bicicleta. No entendemos por qué se comporta así. Tampoco sabemos qué hacer para que deje de ladrar.
Respuesta: El Teckel no es una raza silenciosa. Le gusta ladrar y montar jaleo. Y también retar a sus colegas e imponer su voluntad. El ladrido es, para el Teckel, una herramienta un tanto random –la utiliza sin ton ni son- que hay que manejar desde el principio. Y los siete meses que ya tiene el animal están metiendo prisa. Pero tu pregunta (qué hacer para que deje de ladrar) tiene respuestas.
Según Camilo Arias, etólogo y asesor de Thepets.es, todo hace sospechar que su afición a “vivir ladrando” tiene su origen en una socialización deficiente. “Aunque el Teckel es un perro de ladrido fácil, no es normal que se arranque contra todo lo que ve en la calle. El carácter y el modo de actuar tienen carga genética, educativa y experiencial. Si a un perro lo separan de su madre y hermanos antes de cumplir dos meses de edad, se volverá inseguro, inestable, asocial y muy ladrador”. ¿En todos los casos? “Sí -responde Arias-. Un perro que no ha socializado siempre dará algún problema. Mayor o menor, pero lo dará”, asegura rotundo.
Sin embargo, esto no significa que ese sea el único motivo. Susana Cacho, veterinaria asesora de Thepets.es, recomienda acudir al veterinario para descartar otras posibilidades. “No hay que dar por sentado que el origen de ese ladrido compulsivo sea un déficit de socialización. El dolor, los trastornos neurológicos e incluso la discapacidad psíquica también pondrían ser la causa”, advierte la experta.
Qué hacer para que deje de ladrar Una vez descartado el origen orgánico, habrá que armarse de amor, paciencia y disciplina. Los consejos de Camilo Arias para revertir la situación son:
- Comenzar a socializar en terreno seguro Dos o tres veces por semana, pide a uno o varios amigos que acudan a tu casa con alguna golosina y que ignoren sus ladridos. Cuando se calme, deben hablarlo en voz baja y con cariño. Y, por último, ofrecerle la golosina y acariciarlo. Si no puedes completar todo el ciclo los primeros días, no te alarmes. El proceso lleva tiempo.
- Invita a un perro bonachón a tu casa Y si es la mascota de uno de los amigos que te han ayudado en el paso 1, mucho mejor. Debes estar muy seguro de que el ejemplar elegido va a soportar los envites de tu perro. No corras riesgos.
- Sácalo a pasear atado y reprime con firmeza sus ladridos. Debe comprender que no te gustan. Te ayudará rociarlo levemente con un spray lleno de agua tan pronto comience a ladrar.
- Haz quedadas con su amigo bonachón en la calle. Le ayudará a comprender que fuera de casa no solo hay enemigos.
- Evita situaciones tensas Si se pone muy nervioso con otros colegas, aléjalo del lugar. No lo fuerces. Te será de ayuda llevar juguetes y alguna chuche para hacer más llevaderos los paseos. Pero sin abusar.
- Si las bicis o los patines son un problema, verte a ti sobre dos ruedas le ayudará a superarlo. Llévalo a un sitio aislado y lúcete ante él. Avanza en la normalización muy gradualmente. Nunca fuerces. Si se asusta, no insistas.
- Los olores y los sonidos de la calle puedes llevarlos a casa. Así reducirás su tensión. Recoge palos, piedras… y deja que los huela en el salón mientras escucha una grabación de sonidos callejeros. Ponla primero muy bajo y aumenta el volumen poco a poco.
- Los tranquilizantes naturales pueden ser una ayuda. Pregunta a tu veterinario la posibilidad de administrarle Calmapet, Calma!, Calmex o similar.
- Los collares antiladridos y los bozales no son buena solución. No causan daño alguno, pero sí pueden aumentar la ansiedad.
- Si nada funciona, acude a un profesional en comportamiento animal. Pero ojo con las magufadas. Hay mucho charlatán. Para orientar tu elección te recomendamos leer este trabajo: ¿Necesitas que tu perro te eche una mano?
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