Si existe un felino capaz de sentir algo parecido al amor, ese es el Korat. El único gato —conocido— que guarda fidelidad a su pareja, al menos durante un tiempo. Una singularidad excepcional, pero no la única. Hay razones para creer que se trata de la raza pura más antigua del mundo. Es decir, los ejemplares de hoy son idénticos a los de hace siglos.
El Gato Korat de un vistazo
País de procedencia: Tailandia
Orígenes: Siglo XIV
Linaje: Desconocido
Peso: entre 2,5 y 4,5 kg.
Carácter: Tranquilo e independiente
Precio aproximado: Más de 1.000€.
Más Información: ASFE, ASFeC, Club Felino de Madrid
nació en una remota meseta de Tailandia que lleva su mismo nombre: Korat. No se sabe bien cómo se originó, pero sí que estamos ante una raza antiquísima que mantiene intactas sus características originales.
¿Cómo lo sabemos? Porque hasta sus rasgos más pequeños aparecen descritos exhaustivamente en unos manuscritos que se conocen como El Libro de Poemas del Gato del Reino de Ayutthaya. Entre otras cosas, el manuscrito habla de un gato azul plateado “poseedor de un suave pelaje con puntas como nubes y raíces como plata, y cuyos ojos brillan como gotas de rocío sobre hojas de loto”.
El libro señala también su consideración sagrada y su vínculo con la prosperidad y la buena suerte. Los monjes budistas eran los únicos encargados de su crianza. Nadie más tenía ejemplares, salvo los que excepcionalmente se regalaban, que eran pocos y muy seleccionados. Con el tiempo, las normas se relajaron y se popularizó regalar una pareja de Korat a las novias que iban a casarse.
Pelo azul y ojos verdes
Actualmente, la raza está protegida por las autoridades tailandesas, que prohíben las exportaciones indiscriminadas y no reconocen ningún ejemplar que no cumpla a rajatabla el estándar recogido en el Libro de Ayutthaya. El único color admitido es el azul-grisáceo en la base y plateado en las puntas, aunque algunos criadores europeos han logrado ejemplares lilas.
El pelaje, muy corto y fino, no tienen capa interna de aislamiento y se pega al cuerpo, de tal modo que la silueta queda muy marcada y elegante. Otro rasgo significativo son los ojos, de un verde claro y muy brillante, casi hipnótico; siempre con una expresión de alerta. Tanto el manto azul plateado como el verde de los ojos tardan unos cuatro años en definirse completamente. ¡Paciencia!
Esto es amor, no instinto
El gato Korat adora la compañía del sexo opuesto, y si encuentra una pareja que le guste de verdad, intentará conquistarla. ¿Cómo? Con un comportamiento sorprendentemente dulce y atento. ¿De verdad que es capaz de enamorarse? Sabemos que es la única raza del mundo que pude guardar fidelidad a su pareja durante toda la vida. Si esto no es amor, se parece mucho… De hecho, la tradición de regalar una pareja de Korat a las novias está relacionada con la promesa de amor y fidelidad que le hace su prometido antes de la boda.
Nunca se ha cruzado con otras especies ni ha sido manipulado genéticamente
Sea como sea, el gato Korat no es un tipo dado a las juergas nocturnas ni a escapadas callejeras. Tiene un temperamento tranquilo y unos hábitos sosegados. El caos le pone los pelos como escarpias y es incompatible con el griterío infantil. Tampoco le gustan las visitas, los perros ni compartir casa con otras mascotas. Esto último le pone especialmente de muy mal humor.
Un tipo bastante sano
El gato Korat es, posiblemente, la raza más pura y resistente de su especie. Nuca se ha sometido a cruces ni manipulación genética. Las dolencias propias de la raza son pocas. Algunos ejemplares desarrollan una enfermedad llamada gangliosidosis. Afecta al sistema nervioso y causa parálisis. Muchos expertos recomiendan comprar solo ejemplares cuyo criador garantice que está libre de desarrollar la enfermedad. Para ello habrá tenido que someterse a pruebas específicas.
Mucho menos importante, pero mucho más frecuente, es su propensión a los resfriados. Esto es así porque se ha criado en un clima cálido y la naturaleza no le ha dotado de manto interno protector alguno. Por esta razón lleva muy mal los cambios bruscos de temperatura y no soporta las corrientes de aire. A su favor, decir que mantener su manto en perfectas condiciones es extremadamente sencillo, un suave cepillado semanal es más que suficiente.
Afectos (muy) selectivos
Como buen felino, es algo obstinado e independiente, parco en muestras de cariño y de gustos exigentes. Siempre buscará un lugar caliente para echar grandes siestas, alejado de ruidos y confortable. Su paladar, exquisito y caprichoso, solo se conforma con dietas húmedas de alta palatabilidad. Es difícil que se adapte al pienso seco sin antes probar suerte en “la caza furtiva”.
No es sociable, y aunque su temperamento altivo es innegable, con sus amos sí mantiene una estrecha afectividad. No le gustan las caricias extrañas, pero sabe cómo ganarse el cariño de sus dueños. Sus afectos son muy selectivos.
¿No conocías la raza de gato Korat? Estos artículos y muchos otros los podrás encontrar en The Pets. Imágenes: Pixabay