Siberiano

Dicen que tiene mil años de antigüedad y que es fruto de cruces entre gatos europeos y especies salvajes rusas. Cierto o no, se sabe que nació en Siberia, donde adquirió una fortaleza envidiable. Tras siglos de discreto discurrir por tierras rusas, Occidente lo descubrió en el siglo XX, pero la fama no le llegó hasta los años ochenta.

El Siberiano de un vistazo

 

Peso: entre 7 kg y 10Kg. No alcanza su tamaño definitivo hasta bien cumplidos los cuatro años.

Esperanza de vida: más de 20 años.

Temperamento: Curioso, temperamental, alegre, aventurero, bravío y muy afectuoso.

Precio: entre 700€ y 1.300€

 

Más información: Club Felino de Madrid, BalearCat, ASFe

Los ochenta fueron años de descaro, excentricidad y extravagancia, marcados por una obsesiva tendencia a subvertirlo todo. Los nuevos gustos rompían moldes, y los gatos no fueron la excepción. El aspecto salvaje del gato Siberiano convirtió a esta raza en la estrella felina del momento. Y su fama fue in crescendo: no solo tenía una imagen acorde con los gustos de la época, su carácter también encajó como un guante en ese mundo rebelde y trasgresor, pero igualmente necesitado de compañía, comprensión y cariño.

La demanda de ejemplares se disparó antes de que lograra su reconocimiento racial, que no llegó hasta 1987, bajo el nombre de «gato del bosque siberiano». Más tarde, en 1991, para evitar que lo confundieran con el Gato del Bosque del Noruega, su denominación cambió a gato Siberiano.

CON MELENAS Y A LO LOCO

Tras distintas experiencias de cruces y cría con estándares bien distintos, la nueva raza resultante no ocultó nunca su origen siberiano: de aspecto salvaje, es un animal vigoroso y fuerte y está dotado, como característica física más notable, de un gran pelaje a prueba de calamidades climatológicas. De hecho, hay teorías, nunca probadas, que apuntan a que el gato Siberiano es el padre de todos los ejemplares de pelo largo.

Su abundante manto es de una belleza espectacular que puede lucir casi todos los colores tradicionales. Algunas asociaciones no admiten ciertos tonos, como el chocolate. Como curiosidad, señalar que el pelo no aparece largo hasta bien cumplidos los tres meses de edad. Y en contra de lo que pueda pensarse, apenas lo pierde, salvo cuando se acerca el verano. En ésta época se desprende de casi todo el pelo largo para hacer frente al aumento de la temperatura.

¡LARGA VIDA AL REY!

Está demostrado que es la raza con menor concentración de proteína feld1, responsable del 80 % de las alergias

Entre sus características especiales hay una muy interesante: no provoca alergias. Esto es así porque es el único gato cuya saliva y glándulas sebáceas apenas producen la proteína que causa estas alteraciones (Fel D10). De hecho, se trata de la raza que menos concentración de alérgeno presenta. Pero sus singularidades no terminan ahí: es uno de los pocos gatos que no temen al agua. Le gusta jugar con ella y disfruta con los baños. ¡Inaudito!

Por último, señalar que el gato Siberiano está entre las razas más longevas: puede vivir hasta 23 años. Su genética es muy buena, no en vano sus antepasados pasaron años forjando un sistema inmunológico envidiable y una estructura morfológica que lo resiste -casi- todo. No existen enfermedades propias de la raza. Quizás, los ejemplares con más de ocho años tienen cierta tendencia a la cardiopatía hipertrófica (atrofia del músculo cardiaco), pero no podemos hablar de predisposición racial.

SENSIBILIDAD EXTREMA

Es muy sensible a los ruidos extraños y tiene un sentido de la vista prodigioso: puede ver incluso en noche cerrada

Su sensibilidad emocional es tan acusada que detecta con facilidad los estados de tristeza, alegría, miedo y dolor de todos los miembros de su familia, incluyendo a otras mascotas, con las que suele mantener una relación muy cordial. También se lleva muy bien con las visitas, a las que recibe con curiosidad. De hecho, no son pocos los amos que destacan su capacidad de socializar y las buenas maneras que muestra con amigos, vecinos y otros animales domésticos.Al Siberiano le puede la curiosidad por todo lo que ocurre a su alrededor, ya se trate de bichos grandes o pequeños, sonidos u olores no habituales e, incluso, sutiles cambios de intensidad o forma en las relaciones con sus amos. Acusa mucho cualquier variación de trato con sus seres queridos. Y sufre cuando le ignoran o reducen las muestras de afecto sin justificación.

CARIÑOSO E INSUMISO

Sin embargo, no es un felino sumiso. A pesar de la moderación de su carácter tras varias décadas de cría, conserva un temperamento bravío, aventurero y libre. En tiempos llegó a ser utilizado nada menos que como gato guardián, y al parecer sí atemorizaba a ladrones e intrusos con rugidos y posturas amenazantes. Hoy lo más que se logra de él es un maullido algo brusco, sin más.

Podríamos definirlo como un gato de espíritu libre con necesidades afectivas muy acusadas. Adora a todos los miembros de su familia, mantiene estrechos lazos afectivos con todos y cada uno de ellos y busca sus caricias casi con obsesión. A su vez, tiene un espíritu fuguista incontrolable y es muy poco dado a la disciplina. Concluyendo: estamos ante un maravilloso insumiso no apto para dueños fríos o rígidos. Eso sí, resulta perfecto para amos sociables, cariñosos y comprensivos.

NACIDO LIBRE

El Siberiano es de talla media, tirando a grande, y porte majestuoso. El cuello es corto y musculoso; la cola, larga y gruesa en la base; la cabeza, corta y triangular; las orejas, de tamaño intermedio, con abundantes mechones de pelo; los ojos, grandes y algo ovalados, siempre muy abiertos.

Para mantenerlos en forma y respetar sus ansias de aventura, no conviene confinarlos en espacios pequeños. Si pueden corretear a su anchas por un jardín, mejor que mejor. Y si además disponen de árboles para trepar, este pequeño indomable habrá encontrado su paraíso terrenal.

¿No conocías esta raza? Estos artículos y muchos otros los podrás encontrar en The Pets. Imágenes: Pixabay & Pexels