¿Capricho inocente o mezcla fatal? Unos aseguran que los snacks caninos están emparentados con la manzana que dejó en shock a Blancanieves, otros que son casi tan buenos como la pócima mágica de Rapunzel. ¿Quién se equivoca? Ambos. Te lo explicamos al detalle. ¡Sin cuentos!
un snack canino admite pescado, pollo, buey, queso, beicon, vegetales… El que contenga uno u otro de estos productos no lo hace más saludable ni más sabroso. La mayoría de los snacks caninos se fabrican con cereales, productos y/o subproductos de origen animal y vegetal, aceite y/o grasas de origen diverso.
Algunos snacks también añaden huevos, azúcar o lácteos. El resultado final siempre será un éxito. No lo dudes. Al paladar del perro le importa un bledo qué contiene su chuchería. La voracidad con la que se lanzará sobre ella siempre será la misma. Él no distingue entre salmón noruego y panza de burro viejo.
Pero que ellos sean poco selectivos no significa que el amo sea negligente. En el mercado existen snacks caninos (muy) mediocres. Por ejemplo, algunos -y no pocos- están fabricados con harinas que mezclan plumas, pieles, desechos de vísceras… con potenciadores de sabor, conservantes y aromas. El resultado es una “cosa” de olor muy fuerte que atrae enseguida la atención y el apetito del perro. Un claro ejemplo de fast food pata negra.
Los snacks caninos son un premio. Deben darse SOLO como recompensa de buen comportamiento U orden cumplida
HABLANDO CLARO
Los snacks caninos que jamás deberíamos dar al perro se elaboran con subproductos de origen animal. ¿Esto qué significa? Que están fabricados con desechos que proceden de la industria de alimentación humana. Los cartílagos, las vísceras, los huesos… se secan, se muelen… y ¡et voilà! He aquí una base de snack muy económico y totalmente legal que, aunque no dejará en shock al perro, tampoco le hará bien alguno. A ellos les gustan tanto como a un adolescente los sucedáneos de patatas fritas. Están ricos, sí, pero no son edamames (tiernos granos de soja).
Estos snacks son sabrosos y muy económicos. ¿Es el coste un elemento diferenciador? ¿A mayor precio más calidad? No siempre. Si bien es cierto que en materia de dieta los productos caros son, por lo general, los mejores, no sucede lo mismo con estos premios. Veamos por qué.
CÓMO CAUTIVAR AL AMO
Marcos, nombre ficticio del ejecutivo de una gran multinacional de alimentación animal, reconoce que las golosinas para perros son un complemento alimenticio caprichoso. Un extra. Esto significa que deben despertar el interés de su amo.
¿Cómo se conquista al amo? Marcos explica que «en algunos casos se logra con un diseño original o colorista. En otros -continúa-, incorporando valor añadido: plus de vitaminas, energía e incluso ausencia de todo ello para responder a exigencias veganas o dietéticas. Se trata de conquistar al dueño. De invitarle a proyectar sus gustos sobre su mascota”. ¿Antropomorfismo? “No exactamente –responde nuestro experto-. Yo lo dejaría en estrategia de marketing”.
RECOMPENSAS CANINAS CON FLOW
Los snacks caninos tienen forma de chuleta, albóndiga, hueso, biscuit… y también de donut verde fosforito, erizo y hasta cepillo de dientes. Este último en clara alusión a sus bondades limpiadoras. Todo vale a la hora de diseñar formas sugerentes, pero no para el perro. A él le importa un bledo. El diseño busca encandilar a su amo.
Marcos confiesa a The Pets que “un snack canino con diseño original se vende hasta un 150% más que una galleta común. Disponemos de estudios que señalan que los amos tienen la ilusión de que una galleta divertida también será divertida para su perro. En el fondo saben que no, pero la ilusión dispara el impulso de compra”. Este dato debería hacernos reflexionar. Un snack camino es una chuche y, le duela a quien le duela, al perro le da igual que tenga colores, forma de nave espacial o destellos luminosos.
SABOR Y MUCHA FORMA
¿Hay, no obstante, alguna diferencia nutricional entre la galleta tradicional y el donut a lo Lady Gaga? “Depende –responde Marcos-. El valor nutricional no es lo más importante en estos productos. El esfuerzo se centra en el sabor y en la forma, no en sus propiedades nutricionales, a pesar de que tienen un precio más elevado que la propia dieta”.
¿Cómo se justifica esto? “No se justifica -responde Marcos-. Si un amo quiere que en Halloween su perro coma un snack canino con forma de vampiro –por poner un ejemplo extremo- sabe de sobra que está pagando un extra. Y es lógico. Detrás de cada nueva creación hay un equipo y varios costes”. De acuerdo, pero se ha hablado de diferencia nutricional a la baja respecto al pienso seco… “No exactamente –aclara el experto-. Pueden incluir los mismos productos que la dieta habitual, aunque procesados de modo diferente. Sí es posible que algunas formas exijan colores singulares o extras sin valor nutricional. Son adornos neutros. No hacen ni bien ni mal a perro”, explica.
CHUCHERÍAS BAJO SOSPECHA
Sin embargo, y a pesar de las aclaraciones de Marcos, que pide ocultar su identidad, “aunque no hay nada que esconder”, no podemos obviar que algunos trabajos han dejado en muy mal lugar no solo a los snacks caninos. La alimentación animal, al completo, ha quedado en entredicho.
¿A mayor precio más calidad? No necesariamente. El valor nutricional no es lo más importante en estos productos
El documental Pet Fooled de Nexflix es demoledor. Según este trabajo, los amos estarían casi envenenando a sus mascotas. Ninguna marca se salva de la quema. Todas llevan el sello de la bestia. ¿Qué hay de cierto en ello? Para Susana Cacho, veterinaria asesora de The Pets, nada. “Este documental es sensacionalista. No responde a la verdad. Los piensos y snacks caninos de calidad existen. La industria de alimentación animal no es un aquelarre. Hablamos de empresas serias que cumplen rígidos protocolos internos y externos”.
Un snack canino con diseño original se vende hasta un 150% más que una galleta común
… pero son muchos los veterinarios que aseguran, no solo en Pet Fooled, que los piensos y snacks caninos son poco menos que veneno. “Las dietas y los premios elaborados según la legislación española, en línea con los criterios europeos recogidos en fediaf, son 100% seguras. Sin matices. Lo diga Pet Fooled, la prima Lola o los activistas de los alimentos Barf”, apunta Cacho.
Snacks Naturales y deshidratados
Boquerones, salmonetes, alitas de pollo, patas de cerdo, vísceras… Alimentos 100% naturales sometidos a un sencillo proceso de deshidratación que alarga su conservación y mantiene los nutrientes. Los snacks naturales no son de consumo rápido. El perro los roe durante bastante tiempo. No están concebidos para ser tragados de inmediato. Ayudan a proteger la dentadura.
Son una buena fuente de proteína animal, con excelente aporte de vitaminas y minerales. También mantienen al animal entretenido. ¿Dónde comprarlos? Empresas como Frankie o Altudog los incluyen en su catálogo de envíos. También en comercios.
SNACKS SÍ, SIN ABUSAR
Susana Cacho recomienda echar un vistazo a los ingredientes y elegir los snacks caninos más parecidos a su dieta habitual. “Son los que menos alteran su equilibrio nutricional”, señala. Esta afirmación es algo desconcertante. ¿Los snacks caninos pueden hacerles daño? Seamos realistas. Ningún perro sano necesita una golosina o snack canino para completar su dieta. Al contrario, dadas en exceso sí le hacen mal.
No obstante, los snacks caninos son perfectos para recompensar al perro, sobre todo en el proceso de educación. Sin embargo, no tiene mucho sentido utilizarlos en otro contexto.
Es cierto que muchos amos creen que estas golosinas refuerzan el vínculo afectivo con su mascota. Sin embargo, Julián Vargas, etólogo canino con más de quince años de experiencia, asegura que estos amos se equivocan. Y lo explica en pocas palabras. “Lo que de verdad refuerza lazos es pasar tiempo con el perro. Educarlo. Ponerle normas justas. Darle cariño. Jugar con él. Los snacks caninos son una distracción. Un premio muy rico, pero bastante menos valioso que un rato de juegos y caricias”.
Ningún perro sano necesita una golosina para completar su dieta. Al contrario, dadas en exceso sí le hacen mal
¿SNACKS FUNCIONALES? CLARO QUE SÍ
Susana Cacho cree, sin embargo, que los snacks caninos tienen otras funciones que trascienden la mera recompensa educativa. “Hay snacks caninos muy eficaces para limpiar la dentadura. Otros refuerzan el sistema inmunológico o aportan extras esenciales a perros que lo necesitan”.
Muchos amos creen que estos premios refuerzan el vínculo afectivo con su mascota. Se equivocan: lo que de verdad refuerza lazos es pasar tiempo con el perro
La veterinaria se refiere a snacks caninos funcionales. Productos con un valor añadido que van más allá de la simple recompensa. Por ejemplo, los hay con orificios para introducir medicamentos (Pill Assist, de Royal Canin. Desde 7€/224gr). Con efectos calmantes (Calmapet, de Petia, de unos 20€/60 comprimidos). Elaborados para mejorar la movilidad del perro (Advance Articular unos 3€/155 gr,) o formulados para despertar las ganas de comer. En el extremo opuesto estarían los que controlan el apetito o son, entre otras cosas, bajos en calorías.
EL CUÁNDO Y EL CÓMO DE LAS CHUCHES
Un ejemplar sano no debe tomar más de tres golosinas diarias. Los que sufren diabetes, insuficiencia renal, gastritis y otros males no deben consumirlas. La mayoría de los veterinarios recomienda vigilar el número de calorías que ingiere a través de estos premios y restarlas de su ración diaria de pienso. No se trata de obsesionarse, solo de llevar un control.
Otro tema a recordar es que los snacks caninos son un premio. Deben darse siempre como recompensa de un buen comportamiento, de una orden cumplida. No es bueno que se acostumbre a recibirlo de modo gratuito.
CHECKLIST AL BUEN SNACK |
Ojo: No confundir nutrientes con ingredientes. Los ingredientes serán pollo, harinas, pescados… Estos ingredientes proporcionan los nutrientes (proteínas, grasa, vitaminas…) |
pues el mío es un adicto a los snacks, da igual de que sean siempre tiene ganas de uno