Sabemos que tu perro es el mejor: superdotado, sensible, guapo … y que a veces huele mal. Si quieres saber qué remedios poner cuando un perro huele mal, sigue leyendo. Nos da en la nariz que este trabajo va a mejorar el ambiente que circula entre tu perro y tú.

Algunos perros sueltan gases que compiten en letalidad con los ideados por Fritz Haber, el químico más demente del siglo XX. Otros nos tumban con su aliento y unos pocos, sencillamente, huelen a muerto.

Mi perro huele muy mal¿Qué pasaría si te dijéramos que en esos momentos lo sabio es acercarte a tu perro y olerlo? Se trata, básicamente, de poner apellidos a un olor que, en palabras del veterinario canadiense Nathan Levesque, “es la expresión más creativa de un organismo que quiere llamar la atención. Detrás de ese mal olor hay un mensaje cifrado”.  Dicho de otro modo: si tu perro huele mal, ¡olfatéalo!

Nathan Levesque sabe lo que dice. Como miembro destacado de la University of Prince Edward Island, ha dirigido varios estudios veterinarios. Entre ellos, uno muy concreto sobre la biología de los olores, cuyas conclusiones están a punto de publicarse. “Hemos trabajado varios años para identificar cómo y por qué el Canis lupus familiaris modifica su olor corporal en circunstancias concretas que trascienden el ya muy documentado reclamo sexual. Y sabemos con certeza que ningún perro huele mal por casualidad, siempre hay un mensaje detrás”, explica el investigador.

“NINGÚN PERRO HUELE MAL POR CASUALIDAD, SIEMPRE HAY UN MENSAJE DETRÁS”

Las enfermedades huelen mal

Dice un viejo refrán español que quien lo huele debajo lo tiene. En este caso sería dentro, porque la salud es inodora, pero la enfermedad no. Estudios recientes han confirmado que las enfermedades neurológicas, metabólicas e infecciosas modifican el olor y dejan un rastro olfativo. “Da igual que el afectado tenga pies o pezuñas, que camine, nade, vuele o repte, si está enfermo olerá a enfermo”, apostilla Levesque.

LAS ENFERMEDADES NEUROLÓGICAS, METABÓLICAS E INFECCIOSAS DEJAN UN RASTRO OLFATIVO

Aunque no todos los perros enfermos apestan, algunas enfermedades no pasan inadvertidas. Las afecciones periodontales son, según Angels Vacas, odontóloga canina, “un aquelarre de vapores infernales”.  Y las caries ganan por goleada: “el hedor que emanan puede llegar a ser horrible”, señala la odontóloga.

Halitosis vs flatulencia

Mi perro huele muy malPodríamos decir que las infecciones de boca solo compiten en mal olor con las flatulencias, “cuyo hedor puede llegar a ser horrible”, apunta Susana Cacho, veterinaria asesora de Thepets.es. La odontóloga Vacas asegura, sin embargo, que “aunque es cierto que algunos gases caninos emanan aromas que hieren la sensibilidad humana, el mal aliento canino es peor: hay cavidades bucales que liberan vapores asesinos, sin paliativos”.

“HAY CAVIDADES BUCALES QUE LIBERAN VAPORES ASESINOS”

En general, cuando la orina de un perro huele fuerte podemos intuir un alto nivel de residuos que hay que ayudar a eliminar aumentado la ingesta de líquido. El olor de la orina puede recordar al amoniaco, al metal, al alcohol e incluso al pescado.

La buena noticia es que el mal aliento canino tiene solución, pero no está en productos comerciales milagro. “Las pastillas, los polvos, los sprays… no sirven. Las bacterias que provocan la halitosis no desaparecen con aromas de perfumería. Solo un profesional podrá identificar el origen y solucionar el problema”, dice Vacas.

Cacho añade que “los trastornos digestivos también provocan halitosis, además de gases y otros problemas”. Esto significa que si el aliento y los pedos del perro huelen fatal, tienes que replantarte su alimentación, además de revisar el estado de la dentadura.

El aparato digestivo de los perros no lleva bien los cambios de dieta repentinos, y puede reaccionar aumentando los gases y su mal olor. Las alergias alimentarias también multiplican las flatulencias, lo mismo que la mala alimentación  y algunos hábitos dietéticos a erradicar.

Saculitis y otras pestes

La saculitis o enfermedad del saco anal es otro de los males caninos más olorosos. La veterinaria Susana Cacho explica que su hedor es “realmente desagradable, pero desaparece tan pronto se hayan vaciado las glándulas anales”.

LA SEBORREA GRASA PODRÍA DIAGNOSTICARSE SOLO CON LA NARIZ

Mi perro huele muy malLas infecciones de piel también tienen un olor muy marcado por la descomposición de las bacterias o levaduras. “La seborrea grasa, por ejemplo, podría diagnosticarse solo con la nariz -señala Susana Cacho- Lo mismo que las otitis, que desprenden un tufo rancio y espeso”.

Perro con olor a jarabe de arce

Mi perro huele muy malLas diabetes también dejan un rastro fácil de identificar: dulce, afrutado y desagradable. Así huele el pipi —y el aliento— de un perro diabético. “Hay quien ha venido a consulta diciendo que su perro olía a jarabe de arce en mal estado ”, explica Cacho en un intento de ‘poner olor’ a un mal que cada vez afecta más Border Terriers y West Highland White Terriers, según un estudio publicado en la plataforma de investigación científica BMC y que señala el rastro dulzón como signo inequívoco de alarma. Ojo —y nariz— a los dueños de estas razas.

Ojo a estos olores

Los malos olores existen por alguna razón. “Todos los seres vivos que enferman expelen vapores nuevos y sutilmente desagradables. La química del cuerpo cambia para defenderse, pero también para alertar de posibles contagios”, apunta Nathan Levesque.

“LA QUÍMICA DEL CUERPO CAMBIA PARA DEFENDERSE Y TAMBIÉN PARA ALERTAR DE POSIBLES CONTAGIOS”

Hay malos olores absolutos y otros más sutiles. “Algunas enfermedades como las neurológicas dejan rastros a almizcle o madera —especifica Levesque—, mientras que otras dan lugar a perros que apestan a distancia”.

Las patas y las orejas de los perros a veces pueden oler a galletas digestivas debido a la acumulación de levadura, bacterias Proteus o bacterias Pseudomonas.

Según este investigador veterinario, hay tres matices aromáticos que deben alertar a cualquier amo nada más manifestarse: “humedad, fruta en mal estado y pescado pasado de fecha. Los tres son motivo de consulta veterinaria: pueden esconder trastornos metabólicos de envergadura”, advierte Levesque.

¿Olor a perro? ¡Fuera!

Hay perros sanísimos de blanca dentadura que huelen a rayos. Esto puede suceder por una higiene deficiente. Pero ojo, no se trata de bañarlo más de la cuenta. Sería contraproducente. Basta con cepillarlo correctamente (cada pelaje tiene sus propias necesidades), eliminar los restos de tierra tras el paseo y alimentarlo bien.

Es cierto que, por mucho empeño que se ponga, los perros no son inoloros y dejan su rastro en el coche y la casa. En estos casos hay que sacarse algún truco de la manga. Y el vinagre y el bicarbonato son muy buenos aliados.

Si eres perfeccionista, el grupo Auto Trader ha elaborado una guía donde incluyen técnicas de higiene para minimizar el impacto en los coches que también podrás aplicar en la casa. De todos modos, eliminar el olor a perro de la casa no es complicado.

2 COMENTARIOS

  1. Muy buenas tardes, grandisimo e interesante artículo donde nos da a conocer algo que en muchas ocasiones se desconoce y hace que aunque queramos mucho a nuestros animales, nos hace alejarnos de ello por el mal olor que desprenden,muy útil este artículo. Muchas gracias a The pets por esta información. Feliz día. Buenas tardes

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