La segunda oportunidad de Balder para encontrar hogar es una bonita historia. Vamos a ponernos en escena: Balder es un mestizo que vive en El Refugio, un centro que recoge y ayuda a gatos y perros abandonados. Balder ha dejado de ser un cachorro y su futuro no prevé más hogar que el refugio canino donde vive, ni más amos que sus cuidadores.

Balder no es lo que Julia busca… o sí

Julia es una joven estudiante de veterinaria que busca un perro para adoptar. Echa un vistazo a la web del El Refugio para localizar posibles candidatos. Y ve a Balder, pero “es todo menos el pretendiente top”, piensa.

Balder no podía soñar en su refugio canino la vida tan divertida que le esperaba con Julia

Cuando sí hay que reeducar

 

Hay perros que hacen cosas raras y desarrollan manías. Algunas se pueden educar y otras no. Instinto y educación no siempre son compatibles. Cuando un perro llega a casa desde un refugio canino, quizás haya que reeducarlo. En este trabajo te damos las pautas para hacerlo con eficacia. Si es un cachorro, consulta los límites que The Pets enumera en este completo dossier.

Aun así, la joven estudiante de veterinaria se acerca a observarlo y Balder reacciona. “Viene de inmediato hacia mí –cuenta Julia-. Apoya sus patitas sobre la verja que nos separa y comienza a mover el rabo mientras me mira. Entonces yo me digo: ¿por qué no? Pero cambio de opinión al instante. Me han avisado de que tiene un carácter algo complicado…”.

No tan fiero como lo pintan

Julia y su familia siguen viendo las instalaciones, en busca de nuevos candidatos. Llega la hora de soltar a algunos perros para que se ejerciten. Balder es uno de ellos. Tan pronto se siente libre, corre hacia Julia. “De repente lo veo junto a mí y no doy crédito. Parece un perro muy cariñoso. Me busca, juega conmigo y con mis padres… Nos cautiva”.

Contra todo pronóstico, Julia y su familia piden sacarlo a pasear. De nuevo les advierten: “tiene un carácter algo complicado. No es fácil hacerse con él… » Aún así, deciden sacarlo a pasear y la experiencia no puede ir mejor.

¡Un flechazo!

Llegados a este punto, cedemos la palabra a Julia. Nadie mejor que ella para explicar cómo cayó rendida ante la dulzura de Balder. “El paseo fue una delicia. Mis padres y yo vimos un perro cariñoso, educado, atento y tan feliz de estar a nuestro lado que concluimos llevarlo con nosotros. ¿Dónde estaba el mal encarado del que nos habían prevenido? ¡Ni idea!”, asegura Julia mientras acaricia la cabeza de un Balder que se funde en su regazo.

“No sé qué hemos hecho bien para merecer a Balder. Es un perro increíble. Lo quiero a morir»

 

Han pasado casi tres meses desde que Julia y Balder viven juntos. ¿Algún susto? Julia sonríe y tarda unos segundos antes de contestar. “No sé qué hemos hecho bien para merecer a Balder. Es un perro increíble. Lo quiero a morir. Todos en casa lo queremos con locura. No hay palabras que lo definan. Es pura bondad, alegría, belleza”.

La opinión del experto

Balder llegó a la vida de Julia desde un refugio caninoSorprende que un perro difícil sea, en realidad, un can maravilloso. Hemos hablado con Julián Revenga, experto en conducta animal, quien explica lo siguiente: “muchos perros se comportan mal porque no reciben atención de sus amos. Los destrozos en las casas podrían delatar que pasa demasiado tiempo solo, aburrido e inactivo”.

Revenga añade que los animales sensibles tienen mayor riesgo: “si el perro necesita el cariño de su amo y no lo tiene, se desestabilizará. Y no hay duda de que Balder es un perro sensible hasta el extremo -asegura el etólogo-. De modo intuitivo -continúa- Balder vio la bondad que sin duda Julia desprende; es imposible negar que los ´perros saben cosas´. Y no se equivocó. Por lo que Julia ha contado, el flechazo de Balder iba muy bien encaminado”, afirma Revenga.

“Muchos perros se comportan mal porque no reciben atención de sus amos»

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