Unos quince minutos después de comenzar a dormir, la mayoría de los perros se sumerge en la fase REM, que es algo así como el reino de los sueños. Y una vez traspasado ese umbral, puede pasar de todo. Los perros sueñan, tienen pesadillas y hacen cosas raras mientras duermen porque es lo normal. Además, todo parece indicar que el protagonista de sus sueños eres tú.
Filomena nos envió esta zooconsulta desde Buenos Aires (Argentina): mi perro hace cosas raras mientras duerme. Da patadas al aire, gruñe, llora… Lo que más me preocupa es que con frecuencia tiembla y parece que le dan espasmos, o algo parecido. En una ocasión llegó a levantarse de un salto mientras dormía. ¿Es normal? ¿Puede tener algún problema neurológico?
Susana Cacho, veterinaria asesora de Thepets.es, descartó de inmediato cualquier problema neurológico. “Aunque es cierto que las contracciones involuntarias están relacionadas con patologías neuronales, los sueños agitados solo pueden vincularse a una actividad onírica intensa que no sugiere enfermedad alguna”, explica la veterinaria.
SUEÑOS CORTOS PERO INTENSOS
¿A qué se debe entonces tanta agitación? “No sabemos qué es exactamente lo que les pasa por la cabeza, pero sí tenemos claro que los perros sueñan, tienen pesadillas y se mueven mientras duermen. Es lo natural”, explica Maca Whicholl, miembro del departamento de etología de la universidad de medicina UABC, en México.
Sin embargo, aunque se sabe que cuando duermen pasan por los mismos procesos neurofisiológicos que nosotros, sus patrones de descanso son diferentes a los nuestros. El perro alterna sueño y desvelo durante toda la noche. “Lo habitual es que duerma de modo continuo entre diez y veinte minutos. Después se despierta un rato corto, poco más de cinco minutos, y vuelve a dormirse”, explica Whicholl.
Este comportamiento responde a la necesidad de mantenerse ojo avizor. Y es que dormir profundamente es un lujo que sus antepasados no podían permitirse sin arriesgar la vida. Ellos no tenían cama mullida ni techo que les protegiera de los depredadores. «Ahora —señala Whichol— nuestras mascotas lo tienen mucho más fácil, pero se necesitarán años antes de que abandonen este comportamiento», puntualiza la experta.
LOS PERROS TIENEN PESADILLAS, NO HAY DUDA
maría Valdivia, psicóloga y colaboradora de Thepets.es, explica que “los sueños ayudan a ordenar experiencias y a liberar emociones”. ¿Puede aplicarse esto a los perros? “No lo creo —responde Valdivia—. La complejidad onírica del homo sapiens no es comparable a la de ningún animal. Sin embargo, nada les impide soñar. Y esos sueños pueden ser divertidos, neutros o una auténtica pesadilla”, aclara.
LOS SUEÑOS DE LOS PERROS PUEDEN SER DIVERTIDOS, NEUTROS O UNA AUTÉNTICA PESADILLA
La convicción de Valdivia está avalada por la ciencia y la experiencia personal. La psicóloga nos cuenta que “mi Pastor Alemán lloró en sueños varias semanas tras ser atacado a traición por un colega mal encarado. Parece claro que ese matón se le aparecería en sueños. Tardó varias semanas en conjurarlo. Y creo que yo fui la dama blanca que lo liberó de sus pesadillas. ¿Vanidad? Quizás. Pero se me hace imposible pensar que no sueñe conmigo. Y no creo descabellado pensar que yo sea la heroína que conjura sus pesadillas”.
EN LOS BRAZOS DE (OTRO) MORFEO
la psicóloga Deirdre Barrett coincide con la hipótesis de Valdivia. Barrett es una de las mayores expertas en este campo. Sus investigaciones le han valido el reconocimiento mundial, además de inspirar a médicos, veterinarios, científicos y amas de casa que, por curiosidad o ciencia, se han preguntado si los perros sueñan, tienen pesadillas o simplemente descansan.
En una entrevista con la revista People, la psicóloga señala que “no hay razones para creer que los sueños de los animales sean muy distintos a los de los seres humanos”. Una afirmación muy razonable que Thepets.es no comparte al 100%. Y es que, como ha señalado la psicóloga María Valdivia, la complejidad onírica del homo sapiens no es comparable a la de ningún animal.
LOS PATRONES DEL DESCANSO CANINO SON MUY DIFERENTES A LOS NUESTROS
En cualquier caso, los estudios de Barrett no son concluyentes. Son conjeturas. No importa la cantidad de titulares que afirmen lo contrario. Según Albert Sagra, neurólogo canino y colaborador de Thepets.es, “esta famosa psicóloga de momento solo baraja (sólidas) hipótesis. El problema es que aún hay quien no sabe que las hipótesis hay que confirmarlas, por sí solas no demuestran nada”, puntualiza.
EL SUEÑO SURREALISTA NO ES COSA DE PERROS
Barrett sostiene en su ensayo Pandemic Dreams que “lo más probable es que tu perro sueñe con tu cara, tu olor, con agradarte…”. Y esgrime que el apego que todo perro siente por su amo, unido a un cerebro poco sofisticado —incapaz de recrear imágenes oníricas complejas— fundamentan su hipótesis.
En otras palabras: los sueños abstractos no están en el menú onírico de tu perro. En su fase REM solo surgen historias básicas, escenas corrientes del día a día. “Hay razones para pensar que sueña lo mismo que vive: un paseo por el parque, un escarceo en la basura, alguna disputa…”, explica el neurólogo canino Albert Sagra, quien asegura que “debe ser así porque, entre otras cosas, carecen de imaginación”.
Para satisfacción de muchos, quien teje los sueños caninos tiene los ojos, la voz, los gestos y el olor de cada dueño. Es verdad que no todo es idílico y que a veces se cuela algún orco nocturno, como le sucedió al Pastor Alemán de Valdivia. “En este caso —aconseja la propia Valdivia— acariciarle o susurrar palabras cariñosas podría hacerles bien. Pero es solo una suposición. Nadie mejor que el amo sabe cómo tranquilizar a su perro”, apostilla la psicóloga colaboradora de Thepets.es.
LOS PERROS NO CREAN FANTASIAS ONÍRICAS
La actividad onírica de los perros es un tema recurrente en las zooconsultas. Julio Vasisco, de Madrid, nos envió una no exenta de ironía. Preguntaba si los perros tienen pesadillas. Y nos retaba a barajar posibilidades. Estas iban desde soñar que unos okupas disfrutones le echaban a patadas del hogar de sus amos, hasta morir en sueños por olfatear un enchufe y recibir una descarga que —en clara alusión al precio de la luz— provocaba la ruina familiar.
Hay que reconocer que el sarcasmo de Vasisco tiene miga, pero nada más que eso. Las pesadillas de los perros son reales, de acuerdo, pero exentas de argumento. Es decir, son más básicas que la cuerda de esparto.
PATADAS, SOLLOZOS, GRUÑIDOS, TEMBLORES… SON HABITUALES EN LA FASE REM DEL SUEÑO del perro
El etólogo canino Javier de María lo explica en pocas palabras: “Su cerebro no crea historias, solo las reproduce. Sus malos sueños no pasan de un rapapolvo del dueño. A lo sumo, un episodio más o menos duro de violencia callejera. Quizás los más tragones sueñen que les quitan la comida o que no pueden tomar su ración, pero nada más”.
¿TIENEN SUEÑOS SEXUALES?
ciertas investigaciones han observado conductas de carácter sexual en perros y gatos mientras dormían: erecciones, movimientos propios de la cópula. Sin embargo, estos hallazgos no sugieren fantasía erótica alguna. Albert Sagra señala que “quizás, solo quizás, podríamos hablar de ensoñaciones sexuales. Puro instinto. De hecho —continúa Sagra— el deseo carnal es algo muy humano. Los animales no copulan por placer”.
Sea como sea, parece claro que los perros sueñan, tienen pesadillas, copulan y hacen cosas raras mientras duermen de modo natural. Lo que sucede en el mundo de los sueños es, no obstante, un misterio. La ciencia ha demostrado que los perros tienen actividad onírica, conoce también sus patrones de descanso e intuye —solo intuye— que en sueños reviven experiencias cotidianas. Para ser honestos, nadie sabe con certeza qué pasa por la cabeza del perro cuando Morfeo lo mece en sus brazos.
algunos atrevidos, como el filósofo y escritor David Peña-Guzmán, dicen que “afirmar que un animal sueña equivale a mostrar que puede sentir, percibir e imaginar. Y estas capacidades importan enormemente desde una perspectiva moral”. En su libro ‘When Animals Dream: The Hidden World of Animal Consciousness’, David divaga por el mundo onírico de bestias y mascotas y nos espeta, entre otras cosas, que los pulpos pueden soñar. En Thepets.es nos preguntamos si el aliño rojo del pulpo á feira podría ser una de las peores pesadillas de este molusco de pata larga y sabrosa. ¡Maldito pimentón!
