¿Quieres saber cómo es tu perro o tu gato? Hazte con un espejo, no hay nada más práctico. Tu mascota es una proyección de tus virtudes y defectos. ¿No lo crees? La ciencia aporta datos que derrumbarán tu escepticismo: los perros se parecen a sus amos. Y también, los gatos, los loros y hasta los reptiles. Cuando entres en razón, no olvides hacer el test que encontrarás al final de este trabajo
Los amos extrovertidos y descomplicados tienen felinos que disfrutan más de la vida. Sus gatos salen al aire libre, se relacionan mejor y son más resistentes a la enfermedad
Este reportaje va dirigido a todos los escépticos que se niegan a creer que los michelines, la pereza o el mal humor de su mascota tienen algo que ver con ellos, y también a los que la han convertido en un ser vivaracho, simpático y feliz. Ambos son corresponsables. La naturaleza propone y el hombre dispone. No solo los perros se parecen a sus amos, pero antes de entrar de lleno en la materia, veamos cómo funciona esto.
Es imposible negar que los grupos raciales tienen un temperamento genético. La sangre impone carácter y marca a fuego tendencias: un Yorkshire siempre será un poco matón y un Golden Retriever un alma bendita. Sin embargo, hay margen de actuación: temperamento y carácter no son sinónimos. “El temperamento es el barro con el que naces, y el carácter el resultado de las manos que nos modelan”, explica la psicóloga madrileña María Valdivia.
Perro y amo sí se parecen
La ciencia tiene evidencias de que los perros se parecen a sus amos. Un interesante estudio de la Universidad de Míchigan, que puedes consultar en Journal of Research in Personality, revela varias cosas. Y una de ellas es que perro y amo adoptan conductas muy similares.
El estudio analizó el comportamiento de más de 1.500 perros de 50 razas diferentes, en un rango de edad de los 0 a los 15 años. Lo amos, tras ser sometidos a un test de personalidad, describían coloquialmente a su mascota. Y no sin cierto asombro los científicos constataron que en muchas ocasiones resultaba muy fácil adivinar de quién era el perro, porque la personalidad canina era una proyección del amo.
Se observó cómo los dueños extrovertidos hablaban de su perro como un animal alegre y sociable, mientras que los amos más tímidos o reservados decían que su mascota era temerosa, poco receptiva e incluso antipática. Los canes más desconfiados o violentos tenían, también, amos recelosos. Asimismo, se hallaron similitudes en el modo de moverse, el peso corporal (tanto por exceso como por defecto), el grado de nerviosismo e incluso la tristeza: amos afligidos, mascotas entristecidas.
Pero eso no es todo. Los resultados arrojaron más sorpresas. Una de la más llamativa fue comprobar que la personalidad canina evoluciona a lo largo de la vida. No es fija. William Chopik, psicólogo y autor principal del estudio, hace hincapié en este aspecto: “contra todo pronóstico, descubrimos que los perros –al igual que sus amos- modifican rasgos de su personalidad cuando sufren cambios importantes en su vida. Hay multitud de similitudes con los dueños”.
El amo proyecta y el perro recoge
María Valdivia, tras analizar para Phepets.es las conclusiones del estudio de William Chopik, explica que “muchos científicos sienten fascinación por establecer correlación entre la personalidad del dueño y su mascota, cuando la lógica ya lo hace por sí misma. Los perros se parecen a sus amos de modo natural».
Valdivia argumenta que naturaleza y crianza modelan al individuo, y que la personalidad no es fija. “Un amo sociable se relaciona con otros amos, invita a gente a casa, es más tolerante… Y esto influye en el animal muy positivamente, modelando su carácter. Esto significa —explica Valdivia— que una raza de fuerte carácter se atemperará en manos de un amo con vida social activa, amable, simpático…Por el contrario —continúa—, si ese mismo perro vive con un individuo asocial o temeroso, limitará sus experiencias vitales y el animal se volverá inseguro y, quizás, de diente fácil”, concluye la psicóloga. Está claro que para Valdivia «los perros se parecen a sus amos porque es lo lógico. Y sucede del modo más natural», asegura
¿Sucede lo mismo con los gatos?
Según otro estudio que puedes consultar en la revista científica PLOS One, parece que con los felinos sucede lo mismo. María Valdivia, que también ha interpretado para Phepets.es los resultados, nos explica que “biología, entorno y convivencia son los pilares que conforman la personalidad del gato. Este estudio viene a decir lo que ya sabemos: que entorno y relaciones influyen en los animales de compañía”.
¿Qué aporta entonces el estudio? “Hay un aspecto interesante –responde Valdivia- Los científicos concluyeron que las personalidades neuróticas tenían los felinos con mayores problemas de comportamiento. Hasta la fecha no se había establecido vínculo alguno entre los trastornos psiquiátricos humanos y su proyección en los animales de compañía”.
¿Qué significa esto? “Que con toda probabilidad el amo influye en su mascota hasta puntos insospechados”, aclara la psicóloga. “Además –continúa- según este estudio los amos extrovertidos y descompilados tienen felinos que disfrutan más de la vida: salen al aire libre, se racionan mejor y son más resistentes a la enfermedad”. En resumen: la felicidad –y la salud- de tu gato depende en gran parte de ti.
Dime con qué mascota andas…
… y te diré quién eres. Richard Wiseman es uno de los psicólogos más innovadores del siglo XXI. Y los amantes de los animales tenemos la suerte de que ha estudiado la influencia de las mascotas sobre sus dueños. Algunas de sus conclusiones pueden leerse en un libro singular: “59 segundos: Piensa un poco, para cambiar mucho”. No es un libro de animales, sino de autoayuda, pero es ahí donde se recogen estas palabras: “los dueños de peces son los más felices, los de perros los más divertidos, los de gatos los más dependientes y emocionalmente sensibles y los de reptiles los más independientes”.
Cierto o no, Wiseman es toda una autoridad, y no será Thepets.es quien lo rebata, por eso cedemos la voz (y el grito) a Ignacio Calderón, que convive con Sandro, un gecko crestado, desde hace un par de años. “Nos conocemos bien. Es un tipo bastante feo y receloso. ¿Independiente? Él sí, yo en absoluto. No hay peor término para definir mi personalidad. Es contario a mi naturaleza. Un repelente”, asegura Ignacio.
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Carolina Avanza, dueña de una pareja de gatos Persas, tampoco está de acuerdo con las afirmaciones de doctor Wiseman. “Siento contradecir sus estudios, pero si hay alguien independiente esa soy yo. Tampoco me considero especialmente sensible, al menos no más que algunas buenas amigas que tienen perros como mascota”.
¿Será el perro de Joe Biden un alíen?
Patinazos al margen, es divertido saber que Wiseman no es el único que se ha aventurado a hacer cábalas arriesgadas. El psicólogo norteamericano Jonathan Haidt recibió varias críticas tras afirmar en uno de sus libros (The Righteous Mind: Why Good People are Divided by Politics and Religion) que “los liberales prefieren perros que sean educados y se relacionen con sus perros como iguales, mientras que los conservadores buscan perros leales y obedientes”.
Habrá que preguntarse qué sucede con Joe Biden, actual presidente de EEUU, y su perro Major, un Pastor Alemán que ha tenido que abandonar la Casa Blanca para reeducar su afición a hincar el colmillo en carne ajena.
Excentricidades al margen, nadie puede negar que mascota y amo tienen un parecido razonable, aunque con el estilismo adecuado la similitud roza el arte. Las imágenes del genial Gerrard Gethings son todo un espectáculo. Si no las conoces aún, echa un vistazo aquí.
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